Carmen Caliente estaba dispuesta a cumplir una promesa. Le dijo a su hombre que hoy, cuando llegara a casa del trabajo, iba a dejar que se la follara por detrás y se corriera en todo su culo. Ese secreto la tuvo mojada todo el día, así que cuando llegó a casa se abrió de par en par para que la cogiera y la hiciera correrse.