Alessa Savage nunca se había follado a un negro, pero había oído todos los rumores. Así que cuando este tipo empezó a flirtear con ella, ¡se lanzó a ver si era verdad lo que decían de sus pollas! Efectivamente, tenía una polla monstruosa justo debajo de la cremallera de sus vaqueros, ¡y Alessa nunca se había estirado tanto!