Jaye Summers tiene la habilidad de parecer tan dulce e inocente mientras juega con su labio inferior y mira a la cámara. Pero una vez que tiene la polla en las manos, ¡esa inocencia desaparece! Puede que sólo tenga veinte años, pero ya sabe lo que hay que hacer con una polla monstruosa, ¡y la aguanta como una profesional!