Adriana Márquez estaba aburrida. Era un sábado de pereza y no tenía planes, así que llamó a un ex para ver si tenía ganas de follar. ¿Quién rechazaría una invitación así? Cuando llega, Adriana está esperando en la cocina y él se zambulle en su húmedo coño antes de ponerla a cuatro patas para una profunda follada anal.