Kathia Nobili trabajó una larga noche en el club, pero no podía apartar los ojos de un apuesto desconocido. Él también parecía interesado en ella y, en lugar de dejar pasar la oportunidad, ¡decidió flirtear y follarle la polla hasta correrse! El sexo fue tan jodidamente bueno que le dejó que se la metiera también por el culo.