Jasmine Jae pensó que era un poco raro que su hombre quisiera pintarle las uñas, ¡pero luego vio lo dura que se le puso la polla! No hay nada como una auténtica lección de juego fetichista con los pies, ¡y pronto estaba metido hasta las pelotas en su coño con los pies en la boca!