Kita Zen sabe que no debe follarse a los clientes, pero cuando son guapos y tienen una gran polla, ¡hace lo que le sale de los cojones! Bajo ese Kimono hay algo de lencería caliente y un coño afeitado que está listo para jugar. Kita se pone encima y mira su polla mientras entra y sale de su húmedo agujero.