Adentrándonos en la jungla, nos encontramos con una Tigresa Salvaje Gallinácea cuya necesidad de carne fresca es bien satisfecha por el gran Cazador de Traseros Blancos... la perra sigue aullando mucho después de que él recoja sus bártulos y se dirija a casa. Tendrá que caminar sobre sus patas delanteras durante un tiempo.