En su segunda escena, Shyla Stylez cree que puede tener la oportunidad de hacer que su coprotagonista caiga bajo el trance del hechizo de su coño, pero su hombre es demasiado listo para dejar que eso ocurra. Esta vez se pega a su culo con juguetes y su polla, ¡sin dejarle nunca que ponga su malvado coño sobre su palo!