A Mia le encanta una buena chimenea rugiente, el crepitar de la madera y el parpadeo de las llamas la ayudan a enviar su mente a otra parte mientras Chris viola su cuerpo con todo el gusto que puede sacar de sus musculosas caderas. ¡Ella vuelve a la realidad cuando él la deja caer para echarle una tanda en la boca!