Ricki no es tu primera elección para follar por el culo, pero seguro que es agradable saber que si vuelves a casa solo de un bar, su puerta trasera siempre está abierta y ella nunca está dispuesta a decir que no. Hazle una llave de martillo y empieza a bombearle el cagadero, ¡es lo único que la hace sonreír!