Es difícil decir qué está más bueno: Una chica a la que le encanta comerse el coño sonriendo mientras manosea cada centímetro de la caja húmeda de su amiga, o una chica como Cynthia Pendragon, que come coños sólo porque sabe que tiene que hacerlo. Hay algo muy sexy en ella cuando hace cosas que no le entusiasma probar.