Alicia Alighatti sabe que su adicción requiere una buena dosis de preparación. Quiere que un desconocido se presente en su casa y le raspe la pared posterior del colon a 20 o 30 cm con el borde de su casco de carne. Mira cómo abre a ese cabrón con un consolador de cristal para asegurarse de que encuentra el camino a casa.