A Bianka normalmente le atraen los sementales negros, pero este escuálido fontanero le estaba gustando. Además, se divertía flirteando con él y una cosa llevó a la otra, ¡y pronto lo tuvo hasta las pelotas en la garganta! Bianka no podía creer el tamaño de su polla y sabía que iba a probarla en todos sus agujeros.